Delsa Solórzano // De la ruta de la empanada a la reforma
Pretenden que los venezolanos pongan sus esperanzas en una reforma que se vende engañosa.
Hace pocos días vimos a un alto funcionario gubernamental vinculado al "hombre del maletín", justificando un viaje de ensueño ya fantasía a Bariloche en Argentina. El señor en cuestión, con su cara muy lavada, narró cómo se hospedó nada menos que en el esplendoroso Llao Llao Hotel & Resort, Golf - Spa, uno de los más lujosos de América Latina. Alojarse ahí cuesta la bicoca de aproximadamente mil dólares la noche, de esos verdes que se producen en el Imperio. El mismo señor, en una rueda de prensa de comiquita a la que bien calzaba la conseja popular de "no aclares que obscureces", entusiastamente y sin empacho, recomendó a los venezolanos que más bien vacacionáramos en Uruguay pues ahí nos conviene más el tipo de cambio. (¡!)
Ante tamaño despliegue insolente de recomendaciones turísticas, cualquiera se pregunta a qué ciudadanos iban dirigidas las mismas. ¿Será a la mayoría de nuestros compatriotas que sólo han visto los billeticos verdes en películas; será a aquellos que para viajar sólo pueden tratar (sin éxito garantizado) de conseguir una tarjeta de crédito prepagada y realizar todo el engorroso trámite de Cadivi para que sólo se les otorguen 600 dólares en efectivo, 5 mil en cupo de viajero y 3 mil en cupo de consumos de Internet para todo el año, o será a aquellos boligarcas que no hayan ya cómo gastar el dinero, compran lujosos Hummer, Audi, Mercedes, Porcshe y Ferrari y gastan a placer inmensas cantidades de dinero en "bebidas espirituosas" en restaurantes de lujo? Predican una cosa y practican otra.
Pero también nos preguntamos: ¿por qué nos invitan a hacer turismo en el extranjero en lugar de promover el turismo nacional y recorrer la ruta de la empanada que supuestamente bordearía todas las playas de nuestro país? ¿Será que para los boligarcas las empanadas nuestras son "fuchis" comparadas con las sureñas?
Se pretende que los venezolanos, sobre todo los más humildes, pongan todas sus esperanzas en una reforma constitucional que se vende engañosamente como suerte de panacea para la solución de sus muchas y crecientes carencias, problemas y calamidades, cuando la verdad es que para eso sólo basta que el Estado de una vez por todas decida afrontar la gestión pública con eficiencia, voluntad política y transparencia y con la aplicación de la Constitución que, a según se cansaron de repetirnos, es la "mejor constitución del mundo".
En Venezuela ocurren cosas importantísimas y gravísimas todos los días con sus noches, escándalos de corrupción que ahora quieren taparear con proyectos de reforma constitucional cargados de venenitos que son perjudiciales para la salud de la nación. Pero, resulta, pasa y acontece que, aunque parezca mentira y aunque los boligarcas piensen que este país les pertenece, los venezolanos no olvidamos. Estamos construyendo el expediente de este régimen que ahora pretende imponernos con su reforma constitucional su ánimo de perpetuidad monárquica a través de la reelección indefinida, con poderes absolutos y centralizados en el marco de un sistema socialista no democrático, con miras a la República Socialista de Venezuela. Y ese expediente crece, cada día, cada hora, cada minuto.
Dirigente de Un Nuevo Tiempo
Suscribirse a:
Entradas (Atom)