Delsa Solórzano // Socialismo autóctono indoamericano
Decida usted por cuál camino llegamos al país que anhelamos para los niños de Venezuela
Trabajamos sin parar, haciendo campaña por Rosales, construyendo la mayor fuerza voluntaria de profesionales y técnicos a escala nacional en torno a candidato alguno en los últimos 48 años. Camino por el país. No deja de abismarme la pobreza que aplasta a Venezuela. Busco una explicación. He logrado descifrar qué es el "socialismo autóctono indoamericano del siglo XXI". Por favor, tome aire antes de leer:
Desempleo; niños de la calle; falta de vivienda; secuestros; homicidios; atracos; hospitales sin insumos; agricultura de puertos; la regaladera; epidemia de sarna y piojos en las escuelas y zonas populares; resurgimiento de enfermedades que estaban erradicadas; mala asistencia médica; indigencia; corrupción; indígenas mendigando en las calles; amenaza a la libertad de expresión; adoctrinamiento de nuestros hijos; Pdvsa roja rojita; la FAN rojas rojitas; los ministerios rojos rojitos; las escuelas rojas rojitas; los lujos del tipo; el despilfarro del tipo; el amor del tipo por Castro; el IVA; la desaparición de nuestra renta petrolera; las peleas hormonales con Bush; el empeño en meterse en las elecciones en el extranjero; los presos políticos; la persecución y discriminación políticas; la inflación; la basura; el odio; la división; el cinismo; la ineficiencia; la indiferencia; la violación de los Derechos Humanos; y LA TROCHA.
Me quedé corta, lo sé. Las líneas no dan para definir un concepto político tan complejo. En contraste, Manuel Rosales, el candidato de 26 millones de venezolanos, le ofrece al país un cambio hacia una nueva democracia de progreso social, que se resume en: Mi Negra, que es el reparto de la renta petrolera en Venezuela, entre los venezolanos; la reducción del IVA; la sustitución de la política de puertos por una de producción interna; un verdadero plan de seguridad que va desde la prevención del delito hasta su represión con dignidad; sustitución de nuestras cárceles, que hoy son fábricas de delincuentes, por verdaderos centros de rehabilitación; rescate de la familia como institución; viviendas dignas; una sociedad justa que brinde la oportunidad de progresar a través del esfuerzo propio, para que los hijos de los pobres no estén condenados a ser pobres; política económica orientada a garantizar las condiciones para la generación de empleos dignos. En fin, D-E-M-O-C-R-A-C-I-A, con salud, educación, seguridad e igualdad de oportunidades para los 26 millones de venezolanos. Decida usted por cuál camino llegamos al país que anhelamos para los niños de Venezuela.
Miembro del Comando de Campaña de Manuel Rosales.
http://www.eluniversal.com/2006/11/16/opi_37047_art_68979.shtml
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